Apuntes que me ha podido pasar un estudiante de 3º de LADE + Turismo de la Universidad Rey Juan Carlos:
Enfoques económicos para el análisis de las organizaciones
Douma, SytseSchreuder, HeinMadrid - 20/10/2004
http://www.scribd.com/doc/8480649/Teoria-de-Juegos-Oem
miércoles, 26 de noviembre de 2008
martes, 25 de noviembre de 2008
El mercantilismo. Parte II
Eli Heckscher
Cinco características básicas del mercantilismo:
1_ Poblacionismo
2_ Bullonismo
3_ Protección de industria y comercio
4_ Doctrina de la balanza comercial favorable
5_ Fortalecimiento del Estado/monarquía
1_ Poblacionismo --> Creencia básica de la época de que un Estado es más rico a más aumente su población.
2_ Bullonismo --> Creencia de que la riqueza de un Estado se mide por la cantidad de metales preciosos que pudiera tener. Objetivo básico. Determinado modo para lograrlo: tener minas (mediante explotación directa).
3_ Protección de comercio e industria --> Para los países que no poseen minas, poder así conseguir la mayor cantidad posible de metales.
4_ Doctrina de la balanza comercial favorable --> Exportar más e importar menos. Conseguir un superhábit entre exportaciones e importaciones. Vender más de lo que se compra. Todo esto iba acompañado de una visión estática de la riqueza. Visión de la época, de lo que Dios ha puesto en el mundo (en cantidades de oro y plata), lo que para ellos significaba que eran cantidades estáticas, invariables (la riqueza final es finita, cada uno se la distribuye como puede). En términos sociológicos, esto se conoce como Juegos de Suma 0. Por lo tanto, un Estado debe vender al extranjero más de lo que compra.
5_ Fortalecimiento del Estado/monarquía --> Objetivo último.
. HISTORIOGRAFÍA:
El pensamiento mercantilista era heterogéneo, con principios muy genéricos, pero que no coincide con ningún ejemplo coherente de teoría económica (no explicaban el funcionamiento, el cómo, etc.). Además se va a plantear desde un estudio empírico.
Pregunta que se hacen los estudiosos del tema: ¿El mercantilismo es una escuela económica o no? ¿Existe como tal? Opiniones de historiadores desde todos los puntos: hay autores que piensan que sí, que tiene coherencia interna, con postulados comunes en Europa; mientras que otros piensan que fue una invención a posteriori. Como escuela económica tiene una categoría más o menos definida (ejemplo: Nicolás de Oresme poseía un pensamiento mercantilista). En España se suele aceptar la primera interpretación, como si el mercantilismo fuese algo natural, que todo el mundo diese por hecho que existe o ha existido.
Los escritores de los siglos XVI-XVII no tenían conciencia de pertenecer a ningún tipo de escuela. El término "mercantilismo" surgió en el s. XVIII, por los fisiócratas del momento y más tarde fue reforzado por Adam Smith. Constituía un concepto negativo, en oposición única y exclusiva al liberalismo. Los fisiócratas y Adam Smith querían diferenciarse de los pensadores anteriores a ellos (Adam Smith lo criticaba en su obra La riqueza de las naciones). Este concepto tomó su mayoría de edad hacia 1870-75 en Alemania. En ese momento, se le dota de contenidos (entre los ambientes académicos del momento). Algunos autores: Roscher, quien en 1874 va a dotar al mercantilismo de un carácter positivo, ya que fortalecía el poder del Estado y servía como justificación de la política económica que se estaba llevando a cabo en la época. Los estudios económicos de los siglos XVI-XVII se van a ver fuertemente realzados. Los alemanes de entonces necesitaban construir el mercantilismo en un movimiento coherente, reconocido y positivo.
El siguiente paso viene de la mano de un sueco, Heckscher (autor de la obra clásica sobre el mercantilismo: Merkatilismen, publicada en 1931 en Estocolmo). Con él se va a dar la definitiva articulación del mercantilismo como escuela. Señalará que éste constituía sobre todo un sistema de poder y una política de unificación nacional, así como definió la coherencia política mercantilista, a la vez que sus objetivos; aunque destacó también la negatividad de sus medios empleados.
El mercantilismo. Parte I
. Características: fundamentalmente intervencionismo y proteccionismo. Intervención continua de los Estados.
Luis XIV de Francia y uno de sus ministros, Colbert. Representantes del absolutismo y el mercantilismo, respectivamente, durante el siglo XVII
Vendría a ser el conjunto de escritos económicos junto a la práctica política que se dio en Europa entre mediados del siglo XVI y finales del XVII. Existe una doble perspectiva con esta materia: el pensamiento económico y la práctica política (medidas del gobierno). La intervención del Estado (en aquella época = monarquía) en cualquier materia económica conllevaba un aumento del poder monárquico (del autoritarismo se pasó al absolutismo). El mercantilismo favorecerá esta inercia, fortalecimiento del poder del rey por esta intervención. Dicho intervencionismo se desarrolló por una legislación reguladora que pone en marcha la monarquía, con dos objetivos: acrecentar el nivel de ingresos (fiscales y no fiscales) que llega a manos del rey desde cualquier lugar de la sociedad para poder mantener el creciente gasto militar y suntuario (necesidad cada vez mayor que iban teniendo las monarquías para acrecentar sus riquezas, debido a las guerras, cada vez más costosas -nuevas tecnologías, por ejemplo-).
Esto ha llevado a una teoría muy influyente entre los historiadores de los años 60-70 (siglo XX): Teoría sobre la Revolución Militar. Sus máximos defensores fueron Downing y G. Parker, entre otros. Intentaba explicar la evolución de la guerra/militar, generalmente en toda Europa a lo largo de la Edad Moderna. Según estas teorías, las innovaciones en el campo militar (artillería y tecnología defensiva -murallas, por ejemplo-) eran más caros, lo que implicaba una creciente necesidad de dinero, lo que a su vez conllevaba más impuestos. El único poder que tenía capacidad de imponer más impuestos era la monarquía, lo que les llevaba a tener más control sobre la sociedad y, por lo tanto, una mayor centralización del poder. Resumiendo, exponía la guerra como principal causa explicativa de los cambios económicos de la Edad Moderna. Surgieron críticas contra este modelo: en algunos casos los países más potentes militarmente (Inglaterra, Países Bajos) eran monarquías parlamentarias, lo que no conllevaba tanta centralización. Esta teoría presupone que las monarquías absolutas tendieron a hacerse más independientes de otros poderes, cuando en verdad no estaba tan claro (Ejemplo: dependían del crédito; límite que de algún modo fue impulado asimismo por la guerra = elementos de dependencia, no sólo de centralización).
Con esta intervención también se pretendía que el rey interviniera en el poder económico para así aumentar la riqueza de las élites sociales (ricos que cada vez lo son más, que pudieran sostener a su monarquía). Los altos estamentos sociales se consideraban las bases del poder real y el mercantilismo defendía que haciéndolas más poderosas, se fortalecería por lo tanto a la monarquía.
Edad Moderna: Relación entre monarquía, élites y el propio carácter del absolutismo (las élites = poderosos). Poder absoluto del rey que tiende a llegar a todos los rincones de sus reinos y donde su voluntad es equivalente a mandato. Por poder absoluto hay que entender un poder preeminente en el que el rey se hace la referencia último en los asuntos de sus reinos. La característica fundamental de la Edad Moderna va a ser el pacto: el consenso entre los poderosos y el monarca (los primeros sostienen a la figura del segundo mientras éste garantice su poder en la sociedad). En esta idea de pacto el rey integra a los poderosos, los mantiene, pero en definitiva, como consenso o pacto, existen unas limitaciones para el poder real. La gran victoria de la monarquía en la Edad Moderna consiste en que el rey será árbitro de los grupos más poderosos de las oligarquías (para que uno de éstos pudiera prosperar, tenía que apoyarse en el monarca). De este modo, el rey era el garante de la estabilidad, pero no podía ir contra el sistema, ya que esto supondría prescindir de las élites. Conclusión: mientras más crecieran los poderosos, más lo hacía el rey, pero al mismo tiempo también crecían las limitaciones al poder de éste. El pensamiento económico de la época sostuvo todo este entramado, mediante la legislación.
El mercantilismo no va a estar al margen, cuyo objetivo era apoyar a la monarquía. A partir de aquí, escritos mercantilistas van a defender el proteccionismo (producción de territorios propios) y a la autarquía (economía autosuficiente -de un país, nación...-). Con el mercantilismo también se van a defender políticas proteccionistas que intentan limitar la importación de productos manufacturados y a su vez la exportación de materias primas. Motivo de esto: si un país trataba de no comprar al extranjero, evitaban que otros acaparasen divisas, lo que se tradujo en fuertes aranceles a otros países. Además, el mercantilismo defiende que un país tiene que ganar todo el oro y plata que pueda, con lo que se vuelve a los fuertes aranceles que se impusieron a las importaciones, antes mencionadas. Asimismo, se fomenta la industria nacional--> Dos formas de acumulación de estos materiales: teniendo minas y fomentando industria y comercio. Aparte de los aranceles, se trata de evitar en todo lo posible las exportaciones de materias primas y sí exportar productos manufacturados (ligado con las intenciones del Estado de beneficiar a las industrias manufactureras). En conexión con ello, intentan los postulados mercantilistas perpetuar los monopolios comerciales.
Luis XIV de Francia y uno de sus ministros, Colbert. Representantes del absolutismo y el mercantilismo, respectivamente, durante el siglo XVII
lunes, 17 de noviembre de 2008
La ley Gresham
Una de las consecuencias de la manipulación monetaria, que tanto utilizaron los reyes en la Edad Moderna, es que la moneda buena es sustituida por la moneda de peor calidad en las transaciones económicas. A este fenómeno monetario se le conoce como la ley Gresham.
Sir Thomas Gresham, que fue un importante financiero y mercader en su época, de hecho fue el fundador de la Real Bolsa de Comercio de Londres y consejero de Isabel I de Inglaterra. Gresham se dio cuenta de que, en todas las transacciones que llevaba a cabo, la gente prefería pagar con la moneda más débil del momento y quedarse con la más fuerte para dedicarla al ahorro, ya que, la moneda fuerte tenía más valor intrínseco que la débil al tener más cantidad de metal noble. Gresham observó el hecho pero no realizó una formulación teórica del mismo. No fue hasta fines del S.XIX cuando este principio económico empezó a denominarse de este modo.
La ley de Gresham dice que la moneda mala (bajo contenido de metal noble) sustituye a la buena (alto contenido de metal noble) porque los agentes económicos tienden a utilizar la moneda mala en los pagos internos mientras que a la buena la atesoran, la funden o la usan en pagos internacionales ya que los extranjeros no aceptan una moneda mala como medio de pago. Por lo tanto, la moneda que se va a usar en el país va a ser la mala ya que la buena saldrá de circulación porque nadie estará dispuesto a usarla en los pagos internos. El uso de la moneda mala dentro del país hace que la moneda nacional se deprecie y empeore el tipo de cambio, teniendo esto consecuencias funestas a largo plazo para la economía de un determinado territorio.
Esta ley señala que el dinero malo desplaza al dinero bueno y lo saca del mercado. Por ejemplo, en cierta época en Tanzania se usó el ganado como dinero. Pronto las personas se dieron cuenta de que en las transacciones sólo se usaban los animales más flacos y enfermos. La razón era muy sencilla: los valores de los bienes y servicios se expresaban en número de cabezas, sin distinguir entre ganado bueno y malo. Puesto que el ganado tiene un intrínseco por la carne, leche, cuero y por servicios de transporte que era más conveniente pagar con ganado malo y conservar el bueno. Esto mismo sucederá en la Edad Moderna con la moneda debido a que la moneda imperante en la época es una moneda mercancía, es decir, tenía un alto valor intrínseco. Por lo tanto una persona que tenía dos monedas de idéntico valor nominal hará transacciones con la que tenga menos metal noble, ya que, intrínsecamente es menos valiosa.
Nicolás de Oresme
Nicolás de Oresme (1323-1382) Fue un gran erudito que destacó en campos como la teología, medicina, filosofía y economía. El pensamiento económico de Nicolás de Oresme se centró en dos temas fundamentales, el comercio y el monetarismo.
El incremento del poder monárquico que se estaba iniciando en la época de Oresme va a condicionar su pensamiento económico, ya que, él como consejero del rey de Francia va a enfocar sus teorías económicas a intentar incrementar el poder de su señor.
Oreresme era partidario de que el príncipe fomentara el comercio en su reino, pues de esta manera aumentaría la riqueza de sus súbditos y de la propia monarquía que se beneficiaría del aumento de los ingresos por impuestos. Esta idea que podemos considerar plenamente mercantilista la desarrolló Nicolas de Oresme en el S.XIV, por lo tanto vemos que las doctrinas económicas practicadas en la Edad Moderna venían realizándose en algunas partes del continente desde siglos atrás.
Oresme también fue una de los precursores del monetarismo al desarrollar una línea de pensamiento que conectaba el comercio con la correcta administración financiera y por extensión con la moneda. Oresme definió el papel que debía tener el príncipe en la economía y en el cuidado de la buena moneda, es decir, el príncipe debía velar por que existiera una buena moneda, por lo tanto tenía que garantizar su peso, mantener su estabilidad y evitar el fraude.
La moneda del Antiguo Régimen era muy diferente a la actual, pues mientras que la moneda antigua se acuñaba en metales nobles como el oro o la plata, la moneda actual se acuña en metales corrientes o en papel. Por lo tanto la moneda actual sólo tiene valor nominal, es decir, el valor que le otorga el banco del país emisor, sin embargo la moneda del Antiguo Régimen tiene valor nominal, el valor que le ponía el rey, pero también tiene valor intrínseco porque esta acuñada en un metal valioso.
Oresme intentó establecer desde el punto de vista teórico las características que debía tener la moneda. Él en un primer momento era partidario de hacer coincidir el valor intrínseco y nominal de la moneda. Era consciente que los reyes para obtener dinero manipulaban la moneda, es decir, le daban un valor nominal superior al intrínseco y así obtenían beneficios a corto plazo, pero esto tenía consecuencias calamitosas para la economía de un país a largo plazo como ocurrió en Castilla en el S.XVII. Oreme comprendió que si se hacían coincidir los dos valores el rey perdía dinero porque el rey se encargaba de acuñar la moneda y esto conllevaba gastos. Por lo tanto él pensó que el valor nominal debía ser ligueramente superior al valor intrínseco, llamando a esa pequeña diferencia premio de acuñación, de tal manera que en términos técnicos el valor nominal era igual al valor intrínseco más el premio de acuñación.
En el pensamiento de Oresme el príncipe debía velar por la buena moneda porque al hacer esto la economía del país mejoraría y el rey podría beneficiarse del aumento de la riqueza.
Para Oresme las operaciones monetarias no debían hacerse para obtener lucro, por lo tanto, el cambio, tráfico o custodia del dinero no debía cobrarse porque se estaría incurriendo en el pecado de la usura. Así mismo la alteración o falsificación de la moneda era algo execrable e inmoral y debía perseguirse como un delito de lesa majestad, ya que, al manipular una moneda estabas atentando contra el propio rey representado en la moneda.
El incremento del poder monárquico que se estaba iniciando en la época de Oresme va a condicionar su pensamiento económico, ya que, él como consejero del rey de Francia va a enfocar sus teorías económicas a intentar incrementar el poder de su señor.
Oreresme era partidario de que el príncipe fomentara el comercio en su reino, pues de esta manera aumentaría la riqueza de sus súbditos y de la propia monarquía que se beneficiaría del aumento de los ingresos por impuestos. Esta idea que podemos considerar plenamente mercantilista la desarrolló Nicolas de Oresme en el S.XIV, por lo tanto vemos que las doctrinas económicas practicadas en la Edad Moderna venían realizándose en algunas partes del continente desde siglos atrás.
Oresme también fue una de los precursores del monetarismo al desarrollar una línea de pensamiento que conectaba el comercio con la correcta administración financiera y por extensión con la moneda. Oresme definió el papel que debía tener el príncipe en la economía y en el cuidado de la buena moneda, es decir, el príncipe debía velar por que existiera una buena moneda, por lo tanto tenía que garantizar su peso, mantener su estabilidad y evitar el fraude.
La moneda del Antiguo Régimen era muy diferente a la actual, pues mientras que la moneda antigua se acuñaba en metales nobles como el oro o la plata, la moneda actual se acuña en metales corrientes o en papel. Por lo tanto la moneda actual sólo tiene valor nominal, es decir, el valor que le otorga el banco del país emisor, sin embargo la moneda del Antiguo Régimen tiene valor nominal, el valor que le ponía el rey, pero también tiene valor intrínseco porque esta acuñada en un metal valioso.
Oresme intentó establecer desde el punto de vista teórico las características que debía tener la moneda. Él en un primer momento era partidario de hacer coincidir el valor intrínseco y nominal de la moneda. Era consciente que los reyes para obtener dinero manipulaban la moneda, es decir, le daban un valor nominal superior al intrínseco y así obtenían beneficios a corto plazo, pero esto tenía consecuencias calamitosas para la economía de un país a largo plazo como ocurrió en Castilla en el S.XVII. Oreme comprendió que si se hacían coincidir los dos valores el rey perdía dinero porque el rey se encargaba de acuñar la moneda y esto conllevaba gastos. Por lo tanto él pensó que el valor nominal debía ser ligueramente superior al valor intrínseco, llamando a esa pequeña diferencia premio de acuñación, de tal manera que en términos técnicos el valor nominal era igual al valor intrínseco más el premio de acuñación.
En el pensamiento de Oresme el príncipe debía velar por la buena moneda porque al hacer esto la economía del país mejoraría y el rey podría beneficiarse del aumento de la riqueza.
Para Oresme las operaciones monetarias no debían hacerse para obtener lucro, por lo tanto, el cambio, tráfico o custodia del dinero no debía cobrarse porque se estaría incurriendo en el pecado de la usura. Así mismo la alteración o falsificación de la moneda era algo execrable e inmoral y debía perseguirse como un delito de lesa majestad, ya que, al manipular una moneda estabas atentando contra el propio rey representado en la moneda.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Santo Tomas de Aquino y el justo precio
Santo Tomas de Aquino (1225-1274) fue un filósofo y teólogo italiano cuyas obras le han convertido en la figura mas importante de la filosofía escolástica y uno de los teólogos mas sobresalientes del catolicismo. Aquino también se intereso por la economía en su época, donde también resulto una figura importante del momento, ya que muchas ideas económicas de la baja edad media y la alta edad moderna no se entienden si no es desde el punto de vista del catolicismo.
Santo Tomas dedico una parte de sus estudios a la economía y a los fenómenos económicos desde la observación directa, de este modo comenzó a reflexionar sobre las transformaciones económicas que se producían a lo largo del SXIII.
El pensamiento económico de Aquino es inseparable de su comprensión de la ley natural. Entendió la ley natural como una ética derivada de las características fundamentales del ser humano. Esas características pueden ser entendidas como la voluntad de Dios para la creación. Así, un acto ilegítimo sería aquel que pervirtiera los designios de Dios respecto a una parte de su creación. De acuerdo con Aquino, las transacciones económicas deben de ser consideradas dentro de este marco, puesto que son un intento humano de adquirir materias que provee la naturaleza para lograr ciertos fines.
La propiedad privada es una institución económica deseable porque complementa el deseo interno del hombre por el orden. "Por lo tanto la propiedad no es contraria a la ley natural" , escribe Aquino en la Summa Theologica, " sino un añadido creado por la razón humana". Sin embargo el Estado tiene autoridad para asegurar el marco legal que permite la vida comercial, haciendo cumplir la ley, prohibiendo el robo, la violencia y el fraude. De este modo, el derecho civil es el producto de una reflexión sobre la ley natural. Además, Aquino creía que la propiedad privada es la mejor garantía para una sociedad pacífica y ordenada, debido a que provee los máximos incentivos para un uso responsable de la propiedad. Aquino ayudo a suavizar la tradicionalmente negativa imagen del comercio que caracterizaba, por ejemplo, al pensamiento Patricio.
Para Aquino, el comercio en si mismo no es malo sino que, más bien, su valor moral depende de los motivos y la conducta del comerciante. Además, el riesgo asociado con traer bienes de donde son abundantes a donde son escasos justifica el beneficio mercantil. Sin embargo el comerciante debe dirigir sus beneficios hacia fines virtuosos.
En esta época juristas y escolásticos (Santo Tomas) fundamentaban sus teorías a partir de diferentes bases como el derecho romano en el caso de los primeros y la ley divina y la Ética a Nicómaco de Aristoteles en el caso de los segundos. La Ética a Nicómaco de Aristoteles sentaba un modelo de justicia en los intercambios que es fundamental para la idea de justo precio.
¿Qué es el justo precio? Dentro de la moral cristiana va a existir una gran reflexión sobre los precios de las cosas, ya que unos precios altos podrían llevar a unos niveles de enriquecimiento sospechosos. Un claro ejemplo de este enriquecimiento eran los monopolios que según ellos suponían la creación de carestías artificiales para obtener beneficios. Además violaba la justicia en la forma del justo precio porque imponían un precio injusto en el mercado y perjudicaba el conjunto de la sociedad (esto es algo que Aristoteles ya había criticado). También el derecho romano trato de forma intensa el tema del monopolio.Con la critica del monopolio se ataca directamente a los gremios y según ellos a la limitación que hacían del comercio o a que no se preocupasen especialmente por el precio "natural" del trabajo, sin embargo los gremios influían también positivamente en otros aspectos como por ejemplo la protección (en diversos ámbitos) de los que pertenecían al mismo.
¿Cual es el precio justo? Santo Tomas nunca supo establecer un método para asignar el precio justo de las cosas. Sin embargo si que observo que para fijarlo era necesario sopesar algunos elementos como por ejemplo los salarios. El principal problema de Santo Tomas fue que nunca tomo en cuenta las situaciones del mercado (era algo que no se planteaba). Otros autores como Bernardino de Siena o Antonino de Florencia abogaban porque el Estado fuese un organismo básico a la hora de fijar el precio justo (precio legal o fijo).
Así pues las ideas de los escolásticos y de Santo Tomas sobre cual es el precio justo, basándose en ideas aristotélicas y en la ley divina, resultan fundamentales a la hora de entender muchas ideas económicas de la época, pero quizás algo insuficientes para aplicarlas a la sociedad del momento. Ya que en muchos casos pasan por alto temas como el precio "natural" y "legal" de los bienes y servicios o la "negociación libre" muy ligada a los gremios (temas que a la larga resultaron importantes en el estudio del pensamiento económico medieval). Y que resultan fundamentales en las economías de las sociedades de esos momentos junto con la participación del Estad
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
WOOD, DIANA: EL PENSAMIENTO ECONÓMICO MEDIEVAL. ED: CRÍTICA
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